AGENCIA DIGITAL.- Agosto 2021 – La escasez de agua en Perú está empeorando como resultado del cambio climático, situándose entre los países con mayor inseguridad hídrica en el mundo. Tal situación nos llevó el último año a afrontar una severa crisis de agua que obligó al Gobierno a declarar en emergencia por déficit hídrico a 181 distritos del territorio nacional, la mayoría de ellos situados en la costa peruana. El sector agrícola fue el más afectado, como sucedió a inicios del 2021 con los productores de mango que redujeron su volumen de exportación debido a las sequías.
Si bien Latinoamérica es una región privilegiada en términos de agua disponible y recibe casi el 30 % de la precipitación mundial, con una cantidad de agua por habitante muy por encima del promedio mundial, su distribución es ampliamente desigual. Perú es uno de los países que sufre esta situación, por ejemplo, la costa concentra el 70% de la población, pero solo cuenta con el 1.8% de agua. Sumado a esto, nuestro país encuentra enormes desafíos frente a la utilización de este recurso en el agro: según la Autoridad Nacional del Agua (ANA) la agricultura consume el 80% del agua y hay un alto desperdicio (cerca del 70% de lo que usa), debido a la rusticidad en infraestructura y técnica.
Bajo esta situación, muchos productores del sector agrícola han mostrado interés por la reducción de su huella hídrica, indicador medioambiental que define el volumen total de agua dulce utilizado para producir sus bienes. El Estado peruano, a través de la Autoridad Nacional del Agua adjunto al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, promueve el uso eficiente y las buenas prácticas en la gestión del agua otorgando el “Certificado Azul” a aquellas empresas hídricamente responsables. Al obtener este certificado, los productores adquieren varios beneficios como la sostenibilidad de la empresa, competitividad ante el Estado, fortalecimiento de la imagen ante los clientes y proveedores, reducción de costos operativos por consumo de agua y el afianzamiento de las relaciones con comunidades vecinas. Hasta la fecha, dicho programa ha permitido el ahorro de más de 3 millones de m3 de agua durante los últimos años.
Kilimo, empresa de agtech, ha desarrollado una herramienta integral para la gestión del agua basada en big data (análisis masivo de datos) que permite medir y reducir el uso que cada productor hace de la misma. La plataforma funciona como un balance hídrico automático, que se alimenta de datos satelitales, climáticos y del suelo. Primero, analiza el suelo; luego, recoge información climática proveniente de estaciones meteorológicas cercanas al campo. A partir de ahí, modela la evapotranspiración potencial específica para cada caso. Con cinco satélites monitorea cada sector de riego y a través del índice de NDVI genera un coeficiente de cultivo propio para cada sector de riego, es decir, ajustado temporal y espacialmente. De esta manera, el productor peruano podrá:
• Monitorear el estado hídrico de sus cultivos, desde cualquier lugar y en cualquier momento.
• Controlar la operación y diseñar un plan de riego basado en datos validados.
• Ser eficiente en el uso de recursos y reducir los costos de producción a través de ahorro en agua, fertilizantes y energía.
• Ser parte de un grupo cada vez más grande de productores que apuestan por la tecnología.
• Alcanzar metas de sostenibilidad y dar un paso hacia adelante en materia de certificaciones de huella hídrica como el Certificado Azul.
“Buscamos que los productores peruanos mejoren en cuanto a calidad y rendimiento de los alimentos producidos y puedan continuar con el crecimiento y los altos estándares conseguidos en el mercado agroexportador durante los últimos años. Además, con Kilimo podrán controlar sus operaciones y diseñar sus planes de riego mientras los acompañamos en la reducción de su huella hídrica para que de manera simple y económica puedan obtener la certificación y ser una empresa sostenible y reconocida por el Estado” afirmó Rodrigo Tissera, Co-Fundador y Gerente de Nuevos Negocios de Kilimo.
Conscientes de la importancia del sector agrícola, que aporta un 6% del PBI nacional y emplea a casi un 25% de la Población Económicamente Activa (PEA), Kilimo llega al Perú con la intención de eficientizar y mejorar el riego, cuidando el recurso más importante y los niveles de producción en cultivos como uvas, paltas, arándanos, cítricos, espárragos, entre otros productos. Actualmente, un 10% de productores locales cuenta con riego tecnificado, sin embargo, esta cifra se incrementará debido a la inminente llegada de sequías, el desafío que representa el riego en nuestra costa y la necesidad de alcanzar las metas de sostenibilidad y certificación.
Kilimo se encuentra en 10 países de la región americana, entre ellos: USA, Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay, Uruguay, Colombia, Ecuador y Perú y cuenta con su propia Academia de Riego, un espacio virtual y gratuito de intercambio de conocimiento, prácticas con especialistas en riego y productores. Todo esto es con el objetivo de crear conciencia del uso del agua, informar y aprovechar la digitalización y las nuevas tecnologías para hacer la agricultura más eficiente.
Según resultados obtenidos en diversos ensayos a lo largo del continente, Kilimo permite eficientizar un promedio de 20% del recurso hídrico y lleva ahorrados más de 30 billones de litros de agua en 75.000 hectáreas monitoreadas en Latinoamérica.
Para más información sobre la medición de la huella hídrica y certificación puede ingresar a: https://kilimoagtech.com/es/huella-hidrica/