AGENCIA DIGITAL.- Julio 2022 – El Índice de Precios al Consumidor en Lima Metropolitana reportó un significativo incremento en junio del presente año a tasa mensual, de acuerdo con cifras del INEI.
La Asociación Automotriz del Perú (AAP) indicó que, según el ente estadístico, dicho índice creció 1.19% en junio en comparación con el mes anterior, presentando la segunda tasa más alta del primer semestre del año luego del 1.48% de marzo, además de estar muy por encima de lo esperado por el mercado (0.4%). Asimismo, la variación acumulada de los primeros seis meses del año 2022 fue de 4.44%, mientras que la variación anual correspondiente al periodo julio 2021 – junio 2022 avanzó a 8.81%, la mayor cifra en los últimos 25 años, alcanzando una tasa promedio mensual de 0.71%, y con una marcada tendencia creciente.
Por su parte, la AAP indicó además que el Índice de Precios a Nivel Nacional aumentó en 1.03% en el mes de análisis respecto a mayo pasado. De igual manera, durante los primeros seis meses del 2022 el incremento en el nivel de precios fue de 4.60%, y a tasa anual subió en 9.32%.
Asimismo, el resultado del Índice de Precios al Consumidor de Lima Metropolitana, estuvo influenciado principalmente por la variación de precios observado en las siguientes divisiones de consumo: Transporte con 3.24%, Alimentos y Bebidas No Alcohólicas 1.88%, Restaurantes y Hoteles con 1.02%, seguidas de Alojamiento, Agua, Electricidad, Gas y Otros Combustibles con 0.75% y Bienes y Servicios Diversos con 0.68%, que aportaron 1.13 puntos porcentuales a la variación del índice general (1.19%), explicando el 95% del resultado del mes.
En cuanto al desempeño del grupo Transporte, la AAP sostuvo que avanzó 3.24% respecto a mayo de 2022, el comportamiento fue influenciado por los mayores precios en los combustibles para vehículos, tales como gasohol en 11.0%, petróleo diésel en 5.6%, GLP vehicular en 3.0% y en menor medida gas natural vehicular con 0.7%, ; transporte de pasajeros por carretera, destacando el transporte público como: pasaje en ómnibus y microbús en 6.3% (saldo del incremento en las tarifas de los corredores complementarios y otras empresas de transporte); así como pasaje en combi en 4.0% y taxi en 1.6% por incremento en los combustibles y repuestos.
En igual sentido, mostraron alza de precios el transporte de pasajeros por aire, como pasaje aéreo internacional y nacional con 3.5% y 1.6%; respectivamente, y piezas de repuesto y accesorios para equipo de transporte personal, (básicamente baterías para vehículos) en 1.0%. “De igual manera, los precios para la adquisición de vehículos registraron un aumento de 0.13% a tasa mensual en junio, que llevó a que registre una variación semestral de 1.01% y anual de 2.82%”, afirmó la AAP.
Por otra parte, al analizar el desempeño del índice de precios de las principales ciudades del país en junio de 2022, el gremio automotor advirtió que los lugares donde más se han incrementado los precios han sido Huaraz con una inflación anual de 13.63%, seguido de Chachapoyas con 12.44% y Cerro de Pasco con 12.22%. Luego se encuentran Puerto Maldonado con 11.82% y Chiclayo con 11.19%. En tanto, las ciudades con menor inflación fueron Lima Metropolitana con 8.81%, Moyobamba con 8.70% y Cajamarca con 7.90%.
Para la AAP, las expectativas apuntan a que las presiones inflacionarias se mantengan durante los siguientes meses, impulsadas por el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, el mismo que se ha extendido mucho más de los esperado y que sumado a las sanciones económicas impuestas por los países occidentales a Rusia, viene incrementando los precios de materias primas como el petróleo, gas y granos.
A la situación internacional, para el ente automotor, se suma los paros de transporte programados por los gremios del sector y la poca capacidad del gobierno por gestionarlos de manera eficiente.
En esta coyuntura, se espera que el Banco Central continúe incrementando su tasa de interés referencial en sus siguientes reuniones, aunque cada vez le queda menos espacio por lo que el ente monetario debe hilar fino para encontrar el equilibrio entre contener la inflación y no caer en un periodo contractivo de la actividad económica. “En ese sentido, la actuación de la política fiscal resulta necesaria, a través de medidas focalizadas que apunten a asistir a los hogares más vulnerables en este contexto, y no con políticas poco efectivas y generalizadas como las implementadas por el Gobierno (exención del ISC a combustibles) y el Congreso (exoneración del IGV a algunos alimentos)”, concluyó la AAP.