AGENCIA DIGITAL.- Setiembre 2021 – La pandemia restringió muchas actividades; pero ahora, a medida que se eliminan algunas restricciones, las personas están regresando al trabajo, a actividades en gimnasios, esparcimiento y a una vida con un sentido renovado de libertad.
La capacidad de conocer rápidamente si portamos el virus del COVID-19 ha jugado un papel importante para llegar a donde estamos hoy. Pero, para asegurarnos de que los lugares como centros comerciales, oficinas, colegios, cines, entre otros puedan permanecer abiertos y que nuevamente consigamos disfrutar estar juntos, diversos expertos en materia de salud pública recomiendan la implementación de una estrategia para aplicar pruebas continuas de COVID-19.
Y es que, las pruebas rápidas antígenas en punto de atención son una intervención de salud pública extremadamente eficaz que tiene el potencial de salvar vidas. Según un estudio publicado recientemente en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA), se estima que al menos el 50% de las infecciones por COVID-19 se originaron por exposición a personas asintomáticas .
Si bien las vacunas son la solución a largo plazo para mitigar el COVID-19 y ayudan a proteger cada vez más a un número más alto de población, los testeos rápidos de antígenos siguen siendo una línea de defensa contra la pandemia porque pueden identificar con inmediatez los puntos de infección que ponen en riesgo a las personas no vacunadas, por lo tanto ayudan a romper la cadena de transmisión del virus.
Además, hay que tomar en cuenta el nuevo contexto generado por la aparición de la variante Delta, la cual es considerada más contagiosa, esto sumado a la inminente llegada de la tercera ola de COVID-19 al país.
“Las pruebas rápidas de antígenos tienen la ventaja de que nos permiten tomar decisiones inmediatas y nos indican si una persona está infectada con el virus del COVID-19 y lo más importante, que puede transmitir a otras personas. El uso de estas pruebas nos permite cortar la transmisión en el domicilio y en la comunidad. Hasta el momento no se ha encontrado que este tipo de pruebas no sean efectivas ante la variable delta, funcionan y es importante que se sigan utilizando para evitar una mayor transmisión del virus” explica el Dr. César Ugarte, epidemiólogo del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt – UPCH.
Las pruebas de fácil acceso en consultorios médicos, clínicas e instituciones prestadoras de servicios de salud ofrecen una línea de defensa contra los brotes, brindando una mayor confianza, alertando sobre los riesgos emergentes asociados con las variantes virales y aumentar nuestra comprensión de la eficacia de la vacuna a largo plazo.
“Brindar un mayor acceso a la información de salud para las personas y los profesionales de la salud, es un movimiento que Abbott ha estado liderando durante décadas, desde nuestro papel en el análisis de más de la mitad del suministro de sangre del mundo, hasta nuestro trabajo pionero en las pruebas de detección del COVID-19 y del VIH / SIDA”, señaló Dr. Óscar Guerra, Director Médico de Diagnósticos rápidos de Abbott para Latinoamérica.
Por ello, mientras más informados, las personas estaremos más empoderadas, confiadas y en control de nuestra salud.
Por lo anterior, junto con los proveedores de atención médica, las personas hoy tienen más poder para tomar decisiones sobre su salud . “El conocimiento se basa en el acceso y la inmediatez de pruebas. Y ese es nuestro compromiso, poder ofrecer tests en punto de atención, para facilitar los procesos y ofrecer resultados para la toma de decisiones” destacó el Dr. Guerra.